Carta a Dai

 

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Daianita lady bebu:

Yo pienso, leo, releo las cosas que quiero reforzar y… vivo.
Para aprender se requiere esfuerzo, para esforzarse se requiere disciplina y mucha voluntad.
No en vano te lo he repetido mil veces, yo pertenezco a la escuela del aprendizaje por repetición, tan mal no me ha ido, al menos escribo sin faltas de ortografía, aunque no importe mucho hoy, te corrige el Word…
Yo no sé si habrá valido mi partida, para que te conviertas en una persona adulta, autonómica e independiente, de todos modos no me siento orgullosa de eso, aunque tampoco con culpa. Está claro que mi alma intuía una gran separación física de mis hijos en la mayoría de edad, quizás por eso les inculqué tanto el deseo de volar… Lo que no imaginaba es que sería yo quien partiría… Y lo que se siente por los hijos, esa sensación de pertenencia, nunca es lo que los hijos sienten por los padres, ni siquiera el amor, porque hasta pueden no quererte. Los hijos solo podrán sentir del mismo modo hacia sus propios hijos.
Recuerdo en tu época de rebelde adolescente (no tan lejana) lo mucho que te costaba todo, la palabra VOLUNTAD era un mal sueño, una pesadilla que despertaba contigo nunca antes de la una de la tarde. Te parecía imposible, demasiado pesado el hecho de enfrentarte a un desafío, concretar una meta por mínima que te la pusieras.
Hoy lo has conseguido. ¿Y sabes porqué? Porque dentro de ti había registros. Los niños forman su personalidad dentro de los primeros siete años de vida. Lo supe a tiempo, eso fue lo que me dio cierta capacidad de ventaja, mantenerme instruida, a pesar de los disgustos con que me fui topando en la vida. No me justifico, pude haberlos cambiado; y si no lo hice fue porque no sabía como se hacía.
Antes de cumplir cuatro años ya te levantabas muy temprano en las mañanas para ir al jardín de infantes, podía haberte mandado por la tarde, pero lo hice a sabiendas… “Mis hijos no llevarían una vida desordenada”.
Con cuatro años ya sabías leer y escribir, recuerdo que una de las primeras palabras que escribiste fuera de tu nombre fue: cucaracha! jaja!
Casi al mismo tiempo, ya estabas tomando clases de danza. Antes de cumplir los cinco, por la mañana ibas al jardín, y tres veces por semana cumplías tu cantidad de horas de disciplina corporal (¿Qué crees que hacía tu mente?).

Para cuando tenías los “siete” ya sabías de sobra lo que era rendir exámenes, pronunciar palabras en otros idiomas, además de ver la tele, andar en bici o nadar en la piscina…

Muy sintéticamente quise recordarte hoy, los primeros siete años de tu vida en que formaste tu personalidad. A base de disciplina, aprendizaje, constancia y VOLUNTAD.

Es normal que a los quince te encuentres cansado y quieras “tirar la chancleta” es normal revelarse y pensar que los padres hacen todo mal y están equivocados. Es normal equivocarse, darse la cabeza contra la pared y romperse los dientes, como en tu caso, literalmente. Fue normal que me fuera justo en ese momento de viaje de placer (con todo el dolor de mi alma) en lugar de quedarme contemplando como te los hacían de nuevo. Me prioricé, y te enseñé de ese modo a que vos te priorices. Ha vivir sin culpas, a quererse y darse placeres.

Sé positivamente que soy “rara” que no encajo en ningún canon de madre, ni en las antiguas, ni tampoco en las liberales. Sé que me he equivocado muchísimo, que me arrepiento de algunas cosas. Ya no creo en la frase: “no me arrepiento de nada” creo que siempre hay cosas de las cuales arrepentirse, lo que no vale es cargarse de culpabilidad por tal arrepentimiento. También tuve que aprender a perdonarme. Arrepentirse para mí es el hecho de haber querido hacer otra cosa en vez de… lo que hicimos, aunque esto lo veamos más tarde, porque la vehemencia con que vivimos algunos, a veces te obnubila.
Pero de una cosa sí estoy bien segura, que les di todo el amor más grande que yo haya sentido y sentiré jamás.
Y a pesar de algunas tristezas (para que mencionar) me siento orgullosa de los dos hijos que tengo y eso es mucho más que decir que los amo como sean. Quiero decir que los padres amamos a nuestros hijos sean como sean, aún sin aprobar lo que hagan o como hayan decidido vivir, aunque mucho nos duela.
En  mi caso tengo el privilegio de poder decir esto: ESTOY ORGULLOSA, tengo dos hijos que se quieren a sí mismos, que logran hacerse su propio camino en la vida SIN MÍ!! Eso es extraordinario!

Y… como ya me encuentro en otra fase de mi vida… más serena, con otras partes maduradas (ya ves, yo también he cumplido mis condenas) quisiera decirte a vos, que podés, que mantengas el vínculo con tu hermano. Una persona que tiene un hermano y conserva ese vínculo, nunca jamás estará incompleta.

De todos modos, yo sentiré siempre en un rincón de mi corazón, hasta el día de mi último aliento, que vos Rodri y yo… seremos siempre LOS TRES MOSQUETEROS, uno para todos, todos para uno…

 

Te felicito bebu por tu gran logro.
 

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3 respuestas a Carta a Dai

  1. Maria dijo:

    Que no entras en los canones de madre? no digas eso…mira no se como eres de madre pero según leo aqui no eres una madre eres una madrazaaaaa….y en mayúsculas….tenias que volar pues era tu destino…y eso no significa que seas peor o mejor madre…seguro que le has dado a tus hijos más de lo que has podido…y seguro ellos te valoran aunque a veces no te lo demuestren…mira yo siempre le he reprochazo a mi madre siempre…porque tengo que hacer esto mientras las demás niñas estan en la calle porque aquello….pues hoy lo entiendo mis padres tenian una vida más sacrificiada y yo no entendia que debia colaborar….pero sabes hoy en dia doy las gracias a ellos por lo que tengo por lo que me han dado y sobre todo por la mujer que soy…yo también aprendi a volar con 18 años…y ellos siempre lo han respetado y aún así siempre me han ayudado y siguen haciendolo….y de seguro tu haces lo mismo…así que adelante peaso de madre besosssssssss

  2. Mary dijo:

    Wow! qué te puedo decir? pedirte disculpas por no haberlo leido antes! que lindo y qué coincidencia…sabes q

  3. Mary dijo:

    se me fue antes de tiempo! decia que mis hijos y yo tambièn hemos sido, ahora, ya no tanto, cada quien tiene su vida!, LOS TRES MOSQUTEROS! tal y como tú lo dices…fue un momento en que fuimos los 3 contra el mundo! y salimos gracias a Dios y nuestras voluntades, muy fortalecidos.
     
    Me encantó esta carta…
     

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